Verano Azul

Al estar aquí sentada entre estas cuatro paredes y ver tras la ventana el movimiento de las copas de los árboles, oír el ruido del viento contra las ventanas, sentir mis labios resecos por el clima, no puedo evitar retroceder en mi mente y recordar viejos tiempos.

Que haría este verano si estuviera en…Turrubares?

Para empezar no tendría esta gripe que me esta matando, tendría las puertas de mi casa de par en par sin temor de que alguien se metiera (con excepción del acosador que vivía por ahí cerca y llegaba a cada rato), batallando con las montañas de polvo que se forman  aun después de barrer.

Me iría para donde Toño a comer naranjas con las chicas, hablando de lo bien que nos fue el día anterior en nuestro “paseo” y las anécdotas nuevas que tuvimos, luego nos sentaríamos en la pulpería a reírnos con la gente que llega y mas al ver que viene Albertina Monchito y el nieto, si quieres oír historias de historias ellos las saben todas.

O estaría donde Marta tirada en el corredor oyendo las travesuras de Lito y Maricruz y riéndome de la cara de angustia que tendría Viviana al oír a sus hermanas hablar. Tomaría café con ellos, disfrutaría del delicioso aroma y disfrutaría de las risas de ellos.

Terminaría el día en el corredor de Berny, hablando con Margoth de los animales, la sonrisa de Oso, las travesuras de Paloma o la nueva sensación de los peces y oyendo las ocurrencias de Pito y Mónica. Seria probable que disfrutara de la comida de verdad que hace Margoth.

Al caer la noche caminaría hasta mi casa, es una bonita noche la luna y las estrellas me acompañarían, pasaría viendo los patos por el riachuelo que me da pánico pasar mientras aprendía a manejar, subiría esa cuesta que de solo verla me cansa, pasaría por donde Mima y Guailichu hasta llegar a la Municipalidad y la plaza, la atravesaría por en medio de ella hasta llegar a la farmacia y doblar a la derecha.

Al llegar a la casa, Boronita seria la primera en salir moviendo la cola, Tania y Osvaldo estarían tratando de ver lo que se pueda en la tele, me sentaría con ellos a contarles todo lo que paso en el día.

Me iría a acostar complacida por el día de hoy, cerraría los ojos y daría gracias por mis amigos, por las cosas que tengo, por lo que puedo disfrutar, esa sensación de tranquilidad que otra cosa no me lo da.

Abro los ojos y aquí estoy, en otro lugar y en otro sitio, viendo como el verano se impone estos días.

¿Qué pasara este verano? No lo sé, hay nuevos proyectos, nuevas expectativas. Asi como el invierno queda atrás, atrás quedaron esos tiempos, ahora miro hacia delante y empiezo a andar por esta senda de buenos y malos ratos. Ya vendrán más veranos.